Medio ambiente
El uso del transporte público en Nueva York es el más alto en Estados Unidos y el consumo de combustible está al mismo nivel que estaba la media nacional en 1920. La densa población de Nueva York y la baja dependencia de los automóviles ayudaron a ubicar a la ciudad entre las más eficientes consumidoras de energía del país. Las emisiones de gas de efecto invernader son relativamente bajas cuando se miden per cápita, a 7,1 toneladas cúbicas por persona, por debajo de la media nacional, de 24,5. Los neoyorquinos son responsables del uno por ciento de las emisiones de gases del país, a pesar de ser el 2,7% de la población nacional. El neoyorquino promedio consume menos de la mitad de la electricidad que un residente de San Francisco y casi un cuarto de la consumida por un residente de Dallas.
En los últimos años, la ciudad ha intentado reducir su impacto medioambiental. Las grandes cantidades de contaminación en Nueva York dieron lugar a un alto índice de enfermos de asma y otras dolencias respiratorias entre sus habitantes. Nueva York cuenta además con la mayor flota de buses híbridos o equipados con gas natural comprimido del país, al igual que algunos de los primeros taxis híbridos.
Nueva York se abastece de agua potable desde las montañas Catskill. Como resultado de este origen con un proceso de filtrado natural, Nueva York es una de las cinco principales ciudades de Estados Unidos con agua potable lo suficientemente pura como para no necesitar un tratamiento de purificación por medio de plantas de tratamiento de agua.
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